Epístola de Primera de Corintios I

Trasfondo #1

Fred R. Coulter

www.laVerdaddeDios.org

 

Si usted tiene un mapa en la parte de atrás de su Biblia, vaya al mapa que muestra los viajes del apóstol Pablo. La ciudad de Corinto es muy interesante {refiriéndose a un mapa expandido de un atlas}. Está Grecia que parece una isla, pero no lo es porque está conectada por tierra y esa tierra es llamada la Península Peloponeso. Al verla, pueden darse cuenta que si fueran en un velero—todos lo hacían en ese entonces ya que les gustaba todo lo que fueran veleros o botes de remo— le llevaría muchos días rodear todo.

Durante la cumbre del poder de Corinto—políticamente, económicamente y comercialmente—ellos tenían maneras de llevar pequeños botes por tierra—aún hay marcas de los arrastres sobre las rocas—de una parte del mar a otra parte del mar y podían cortar como cuatro días de viaje.

Por ahí pasaba todo el comercio desde Italia hasta Grecia, a Alejandría y demás, hasta la Tierra Santa. Era un mar bastante transitado.

¿Qué tipo de ciudades son las que tienen áreas muy transitadas; donde van y vienen muchas personas? Son ciudades como San Francisco, ese es un buen ejemplo. Si quieren imaginarse a Corinto, imagínenselo como San Francisco. La palabra Corintianizar significaba vivir una vida muy libertina y degenerada, incluyendo todas las insinuaciones sexuales que conlleva.

No pude evitar pensar que es como cualquier otra cosa, por ejemplo: usted compra un aparato nuevo, lo trae a casa, lo enchufa y lo usa. Entonces usted dice, ‘Más vale que lea el manual.’ Así que empecé a repasar esto y me pregunté dónde estaba Grecia y empecé como tres páginas después de donde estaba Grecia en realidad.

Hermanos, estoy asombrado de cuantos lugares hay en esta tierra; ¡cuántas ciudades, pueblos y personas! Yo estaba sentado la otra noche, viendo las noticias, vi el globo terráqueo y vi el Mar Negro, el Mar Caspio y toda la tierra ahí. Cuando estaba repasando esto, vi este mapa del Mar Negro y el Mar Caspio y hay más de 300 millas a través de un lugar que uno nunca creería que esté lleno de ciudades, pueblos, caminos y personas. Después va un poco más allá, al siguiente mapa y hay una foto del Mar Caspio que cruza derecho justo antes de llegar a China.

Yo pensé: ¡Qué tierra tan vasta y cuantas personas hay en ella! Entonces empecé a repasar todo, cada uno de estos países y para cuando terminé, pensé: ¡Qué parte tan pequeña somos en la faz de la tierra! Es impresionante cuando considera todo lo que hay en el Atlas Británica.

El otro día escuché una declaración que me asombró. Están haciendo una pequeña serie acerca de Antártica y dijeron que ningún ser humano conocido ha nacido en Antártica. Estaba tan absolutamente asombrado, que después empecé a repasar esto y pensé: el plan de Dios y todo Su propósito tiene que ser absolutamente magnifico. Me sentí muy inspirado durante la Fiesta, especialmente en el Último Gran Día. Incluso lo que repasamos y lo bien que nos sentimos en el Último Gran Día no puede siquiera tocar la superficie de lo que Dios va a hacer.

Ahora entremos a I Corintios por medio del libro de los Hechos, para que sepamos lo que está sucediendo. Vamos a resumir capitulo por capitulo mientras vamos avanzando. Sólo voy a mencionar algunas cosas:

La Iglesia comenzó después del ministerio de Jesucristo. Empezó en Pentecostés, y recuerden el gran impacto que Jesús tenía en Su sociedad. (Noten serie de sermones de Juan—El Mundo Ha Ido Tras Él). Después está la tremenda predicación y los eventos que sucedieron en Pentecostés. Después vino la persecución y todos fueron esparcidos.

Hechos 8:4: “Por tanto, aquellos que fueron dispersados… [Todos, excepto los apóstoles]…pasaron a través de todo lugar, predicando la palabra del evangelio.” Sabemos lo que Saulo iba a hacer; sabemos que él iba a arrestar personas y llevarlas. Sabemos que él fue tumbado en su camino a Damasco para arrestar a las personas que estaban siguiendo el camino de Cristo.

Hechos 10—el inusual capítulo del Evangelio a los gentiles por Pedro.

Hechos 11—encontramos algo muy básico del entendimiento de lo que sucedió en la Iglesia del Nuevo Testamento—que nos va a ayudar a entender lo que sucedió con las personas de la ciudad de Corinto. Pienso que al entender lo que sucedió ahí, entenderemos lo que está sucediendo ahora. Estamos viviendo en una sociedad muy parecida, llena de comercio, viajeros, personas de todo tipo de mezcla racial, problemas sexuales y demás. El libro de I Corintios no es un libro muy inspirador, de hecho, de algunas formas es un libro muy instructivo. En otras formas, es un libro muy correctivo.

Hechos 11:19: “Aquellos que habían sido dispersados por la persecución que surgió concerniente a Esteban… [De lo que leímos en Hechos 8]…fueron a través de Fenicia y Chipre y Antioquía, hablando la palabra a ninguno excepto judíos solamente.” Miren sus mapas y encuentren dónde está Antioquía.

Antioquía está en lo que es llamado Siria, o lo que ahora llamaríamos el norte de Líbano, que Siria sigue reclamando como parte de su territorio antiguo. Yendo hacia el noroeste desde Antioquía, verán la ciudad de Tarso, donde nació el apóstol Pablo. Esto nos ayuda a entender el antecedente que Pablo tenía en el griego.

Él nació en un área donde era un ciudadano romano y un ‘hombre libre,’ como era llamado. Él hablaba y escribía griego. Antioquía resultó ser la segunda iglesia más destacada de todas las iglesias del Nuevo Testamento. Esa fue la cede la mayor parte del tiempo que él fue apóstol.

Verso 20: “Pero ciertos hombres entre ellos quienes eran Chipriotas y Cireneos vinieron a Antioquía y hablaron a los griegos, predicando el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y volvió al Señor” (versos 20-21). Estamos tratando con situaciones muy inusuales, ¿cierto?

Verso 22: “Ahora, el reporte concerniente a ellos fue oído a los oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén, y ellos enviaron a Barnabás para ir tan lejos como Antioquía. Cuando él llegó y vio la gracia de Dios, se regocijó; y los exhortó a todos a unirse al Señor con propósito de corazón, Porque él era un buen hombre, y estaba lleno con el Espíritu Santo y con fe. Y una gran multitud fue añadida al Señor. (versos 22-24). Así que, esto se volvió demasiado para Bernabé.

Verso 25: “Luego Barnabás fue a Tarso a buscar a Saulo… [No era muy lejos, probablemente 3-4 días de viaje, a lo mucho]… Y después de encontrarlo, lo trajo a Antioquía…” (versos 25-26). Le hace pensar en el apóstol Pablo. Recuerden cómo fue llamado: fue tumbado del caballo. Dios habló con él y le dijo lo que iba a suceder; declaró que él estaría ciego durante tres días.

Ananías vino y oró por Pablo, impuso sus manos sobre él, lo bautizó y él recibió el Espíritu. Pablo fue a Damasco y en lugar de arrestar personas, profesó a Cristo. Él tuvo que salir de la ciudad bajando el muro en una canasta. Fue al desierto Arábico y se quedó ahí tres años siendo enseñando mediante sueños y visiones de Cristo. Él regresó a Jerusalén, se presentó a sí mismo a los apóstoles y ellos dijeron, ‘Está bien, estamos contentos de conocerte, Pablo’ y Pablo no hizo nada desde ese momento. Regresó a Tarso, se quedó sentado y no hizo nada ahí tampoco.

No sé cuántos años fueron en total, pero no fue un corto periodo de tiempo. Entonces, aquí viene Bernabé. ¿Cómo sabía Bernabé dónde estaba Saulo? Al parecer, los apóstoles le dijeron ‘Estamos contentos que todo esto está terminado, creemos lo que nos dices; sin embargo, no sabemos qué vamos a hacer contigo, así que ¿Por qué no vas a casa hasta que sepamos lo que Dios va a hacer?’ No sé qué otra razón habría. Tal vez le dijeron ‘Cuando estemos listos para recibirte, enviaremos por ti.’ Bernabé sabía dónde estaba Pablo, así que él fue a buscarlo.

Cuando Bernabé encontró a Pablo, lo trajo a Antioquía, “…Y sucedió que por un año entero ellos se reunieron con la iglesia y enseñaron a una gran multitud…” (verso 26). Quiero que piensen en esa oración; en cuanta historia ha pasado. Un año, 52 Sábados, todos los Días Santos, la Pascua, la añadidura de personas a la Iglesia. Pasaron muchas cosas y también pasaron muchas cosas en las vidas de las personas. Mientras estamos sentados, pensemos: ¿Qué nos ha pasado a nosotros en este último año? ¿Cómo fue nuestro año? En esta oración se cubrió todo un periodo de tiempo.

“…Y en Antioquía los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez (verso 26). No dice cuanto tiempo se quedaron ahí. Pudieron haber estado ahí más allá de ese año. Después hay una profecía de la sequía que vendría. Decidieron enviar ayuda a los hermanos en Judea, así que la enviaron en manos de Bernabé y Saulo.

Sabemos que mataron a Santiago, el hermano de Juan; a Pedro lo metieron en prisión y fue liberado y Herodes fue comido por gusanos. Si quieren leer algo muy interesante, lean el registro de la muerte de Herodes en Josefo. Él estaba hablando y fue afectado con lo que parecía ser epilepsia y echaba espuma por la boca. Cuando lo llevaron a casa, él estaba lleno de gusanos y tardó tres días en morirse. ¡Eso es muy asqueroso!

Al leer algunas de las cosas que están aquí, ¡lo hace no querer irse en contra de Dios! Pero hay una cosa que los ministros nunca deberían hacer, que es: usar ese tipo de cosas sutilmente para aumentar su propia autoridad sobre las personas. Recuerden que la administración de la iglesia (antigua Universal) fue cambiado al ‘gobierno de Dios.’ ¡NO! ¡El gobierno de Dios está en el cielo! El gobierno de Dios va a venir a la tierra. La administración de la Iglesia es la que está en la tierra ahora. Entonces Bernabé y Saulo regresaron de Jerusalén (Hechos 12:25). Hechos 13 es donde Pablo y Bernabé fueron ordenados.

Hechos 13:2: Y mientras ellos estaban ministrando y ayunando al Señor, el Espíritu Santo dijo, ‘Sepárenme a Barnabás y a Saulo para la obra a la cual Yo los he llamado. Y cuando habían ayunado y orado, pusieron las manos sobre ellos y los enviaron fuera. Así entonces, después de ser enviados por el Espíritu Santo, ellos descendieron a Seleucia, y de ahí zarparon hacia Chipre.” (versos 2-4). A cada lugar que ellos iban, predicaban. No dice qué sucedió en Seleucia y Chipre, hasta que llegaron a cierta ciudad.

Verso 5: Y cuando vinieron a Salamis, predicaron la Palabra de Dios en las sinagogas de los judíos…” ¿Por qué predicarían en “…las sinagogas de los judíos…”? Porque el Nuevo Testamento muestra que es ‘al judío primero y después al gentil.’ Recuerden lo que dijeron los fariseos, ‘He aquí, el mundo ha ido tras de él.’ Ahora vienen estos cristianos a las sinagogas. ¡Están tomando estas sinagogas y convirtiéndolas en una ruptura tumultuosa! Vamos a leer algunas cosas que van a suceder por lo que están haciendo y predicando.

Saben que todos los judíos escucharon de las cosas que estaban sucediendo en Jerusalén, porque Jesús estaba ahí cada Fiesta; se hablaba de Él. ¿Qué tal si usted era de las personas que viajaron a Jerusalén durante Pentecostés cuando vino el Espíritu Santo, se formó la Iglesia y las personas fueron bautizadas, pero usted no? Usted tenía que ir a casa a atender sus asuntos en Chipre, Corinto o donde fuera. Usted iba a la sinagoga cada semana y escuchaba que esto estaba sucediendo. Todos decían: ¿Escuchaste esto? ¿Me pregunto qué es esto? Hablando de todos los milagros y sanaciones.

Aquí vienen Pablo y Bernabé entrando a la sinagoga. No todos pueden predicar en la sinagoga, a menos que tenga la ‘placa de autoridad,’ siendo un fariseo. Pablo era muy astuto. Él dijo, ‘Soy un judío; soy un fariseo; soy un romano; soy un hombre libre.’ Él usó cada uno de estos términos para hablar de sí mismo.

Pablo viene a la sinagoga de los judíos, “…Y también tenían a Juan como un asistente. Y cuando ellos habían ido a través de la isla tan lejos como a Pafos, encontraron un cierto hechicero, un falso profeta, un judío cuyo nombre era Bar-Jesús” (versos 5-6). Bar-Jesús significa el hijo de Jesús. Jesús era un nombre común. Algunas personas—falsos profetas—han especulado que él iba diciendo que era ‘el hijo de Jesús Quien era el Cristo,’ pero yo no leo eso ahí.

Noten lo que él dijo cuándo Saulo lo estaba enfrentado, mientras él estaba desviando al diputado de la fe, verso 9: “Pero Saulo, quien era también llamado Pablo… [Esta es la primera vez que es llamado Pablo]…estando lleno con el Espíritu Santo, fijó sus ojos en él, Y dijo, ‘Oh lleno de todo engaño y toda astucia, tu hijo del diablo y enemigo de toda justicia… [No midió las palabras]… ¿no cesarás de pervertir los caminos rectos del Señor? Y he aquí ahora, la mano del Señor esta sobre ti, y serás ciego, no viendo el sol por una estación.” E inmediatamente una neblina y oscuridad cayó sobre él, e iba buscando a alguien que lo guiara de la mano. Y después de ver que había pasado, el procónsul creyó, estando asombrado de la enseñanza del Señor” (versos 9-12). Después viajaron más, Juan regresó a Jerusalén y ellos llegaron hasta otra Antioquía.

Hay otra Antioquía, la cual está en Pisidia (verso 14). Regresen a su mapa para verlo y sé que es un poco extraño. Si miran lo que ahora es llamado Turquía, van a la costa sur, justo en el medio, hay una hendidura en la línea costera, suban derecho por ahí como un tercio del camino y verán la ciudad de Antioquía en Pisidia. Fue un viaje bastante largo.

Verso 14: “Luego después de pasar a través de Perga, vinieron a Antioquia de Pisidia; y fueron a la sinagoga en el día de Sábado y se sentaron… [Así es como sucedió en todas las sinagogas]…Y después de la lectura de la Ley y los Profetas…” (versos 14-15).

Los judíos tienen una tradición hasta el día de hoy que es el ciclo trienal de leer la Biblia. Eso es, leer toda la Ley y los Profetas en la sinagoga a través de un ciclo de tres años. Si usted tiene algo de lectura judía y descubre el ciclo trienal, ellos dirán, ‘Este Sábado se lee tanto de la Ley, tanto de los Profetas y tanto de los Escritos.’ Eso es lo que ellos estaban haciendo aquí.

“…los gobernadores de la sinagoga les dijeron…” Noten cómo se predicaba el cristianismo; era como un efugio, porque entraban marchando a la sinagoga, diciendo ‘Hola, ¿Quién eres tú?’ Soy Pablo de Tarso y este es Bernabé, mi compañero y aquí está Juan-Marcos. ‘Maravilloso, podemos decirles donde están los judíos y aquí está mi placa farisea.’ Entonces, ellos se sentaron y el gobernador de la sinagoga no sabía lo que se venía. Ellos estaban viajando, pero no dieron ni una pista de lo que iba a suceder.

“…‘Hombres, hermanos… [Hermanos judíos. Cuando un judío le habla a otro judío como hermano, es de judío a judío; no es hermano como nosotros lo pensamos en la Iglesia]…si tienen una palabra de exhortación para la gente, hablen.’ Entonces Pablo se puso de pie y, después de hacer una seña con su mano, dijo, “Hombres, israelitas, y aquellos quienes temen a Dios, escúchenme. (versos 15-16). Ahora estaba en problemas.

Voy a cubrir la mayor parte del resto del capítulo, porque este es el mismo tipo de sermón que él dio en cada sinagoga. Quiero que entiendan que solamente de un lugar donde predicó el apóstol Pablo (una sinagoga en todo el Nuevo Testamento) se decía que era decente, ordenada y más noble que las demás y eran los judíos Bereos. Aquí está lo que pasaba cada vez que él entraba a una sinagoga. Piénsenlo desde el punto de vista de lo que hacía y pensaba el apóstol Pablo y desde el punto de vista de lo que hacían los judíos. Vamos a ver su reacción. ¡Recurrieron a medidas extremas!

Verso 16: “Entonces Pablo se puso de pie y, después de hacer señas con su mano, dijo, ‘Hombres, israelitas, y los que temen a Dios, escúchenme… [Todos los que estaban ahí eran griegos prosélitos]… El Dios de este pueblo Israel escogió a nuestros padres, y exaltó al pueblo cuando ellos estaban residiendo en la tierra de Egipto…’” (versos 16-17). Noten que cada vez que es predicado el evangelio, ¿Dónde empieza? Con los padres: Abraham, Isaac y Jacob; ¡e Israel en cautividad en Egipto! Hay algunas personas que la llaman la ‘Historia Tora.’ Eso siempre relaciona la historia del llamamiento de Israel.

·       ¿Nosotros hacemos eso ahora en la Iglesia de Dios? ¡Sí!

·       ¿Qué inicia nuestra experiencia como cristianos? ¡La Pascua!

“‘…y con un brazo alto los sacó de ella. Y por un periodo de unos cuarenta años, Él aguantó sus modales en el desierto.” (versos 17-18). ¿Cuánto resume esa oración? Es básicamente un sermón condensado. Eso es todo Éxodo, Levítico y Deuteronomio. ¡Ya lo repasó todo ahí!

Verso 19: “Y después de destruir a siete naciones en la tierra de Canaán, les dio a ellos su tierra por suerte… [Eso se encarga de todo el libro de Josué]…Y después de estas cosas, Él les dio jueces por unos cuatrocientos cincuenta años, hasta Samuel el profeta. (versos 19-20). Eso se encarga de todo el libro de Jueces y I y II de Samuel.

Verso 21: Y luego ellos pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, un hombre de la tribu de Benjamín, por cuarenta años. Y tras removerlo, Él levantó a David para ser su rey; a quien también Él dio testimonio diciendo, ‘He encontrado a David, el hijo de Isaí, un hombre tras Mi propio corazón, quien ejecutará toda Mi voluntad’” (versos 21-22). Él empezó inmediatamente desde el terreno común, lo que todos entendían: ¡David el rey! Todos entendían las mayores profecías de David. ¿Nosotros ahora relacionamos muchas de las cosas acerca de David con la Iglesia? ¡Sí!

Verso 23: “De la simiente de este hombre Dios de acuerdo a Su promesa ha levantado a Israel un Salvador, Jesús.” [Están acortando mucho de la historia; alrededor de mil años de historia.]

(Ir a la siguiente pista)

Verso 24: “Después de que Juan predicó primero, antes de Su venida, el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Y mientras Juan estaba cumpliendo su curso, él dijo, ‘¿Quién suponen ustedes que soy yo? Yo no soy Él; pero he aquí, hay uno Quien viene después de mí, de Quien no soy digno de soltar las sandalias de Sus pies.’” (versos 24-25). Eso resume una buena porción de Mateo, Marcos y Lucas.

Verso 26: Hombres, hermanos, hijos de la raza de Abraham… [Ahora los tiene; es una predicación muy poderosa]… y aquellos entre ustedes quienes temen a Dios, a ustedes fue enviado el mensaje de esta salvación; Pues aquellos quienes estaban viviendo en Jerusalén, y sus gobernantes, porque no lo conocieron a Él, ni a las voces de los profetas quienes son leídos cada Sábado, ellos mismos las han cumplido al condenarlo.” (versos 26-27). Ese es un comentario muy interesante, ¿no es así? ¡Las Escrituras son leídas cada día Sábado!

Verso 28: “Y aunque nadie encontró ninguna causa digna de muerte, rogaron a Pilato que lo ejecutara. Y cuando ellos llevaron a cabo todas las cosas que fueron escritas concerniente a Él, lo bajaron del árbol y lo pusieron en una tumba; Pero Dios lo levantó de los muertos. Y Él apareció por muchos días a aquellos quienes habían subido con Él de Galilea a Jerusalén, quienes son Sus testigos al pueblo. Y nosotros estamos anunciándoles el evangelio a ustedes…” (versos 28-32).

Él empieza la verdadera ruptura en la Iglesia. Se pueden imaginar—deténganse y piénsenlo— una sinagoga tranquila. Entran cada Sábado y uno lee la Ley, otro lee los Profetas, otro da la oración. De la misma manera que hacen ahora en las sinagogas cuando terminan, van a comer queso, tomar vino y hablan.

Es una linda sinagoga, vienen unos viajeros—extraños—en medio de Pisidia, la ciudad de Antioquía, y viene este tipo a predicar. Noten lo que sucede, ¡es asombroso! Yo nunca he estado en una iglesia donde sucediera algo como esto, excepto la tensión que hubo cuando renuncié de Universal. Eso sería lo más parecido a lo que sucedió aquí que he vivido.

“…—la promesa hecha a nuestros padres—que Dios ha cumplido esto a nosotros, sus hijos, habiendo levantado a Jesús; Como también está escrito en el segundo Salmo, ‘Tú eres Mi Hijo; hoy Te he engendrado.’ Y para confirmar que Él lo levantó de los muertos, para nunca más volver a corrupción, Él habló de esta manera: ‘Yo Te daré las fieles misericordias de David.’ Por consiguiente, Él también dice en otro lugar, ‘No permitirás a Tu Santo ver corrupción.’ Porque David, después de ministrar a su propia generación por el consejo de Dios, murió, y fue sepultado con sus padres, y vio corrupción. (versos 32-36).

Tal vez quieran incluir aquí Hechos 2, donde Pedro dijo que ‘David está muerto y enterrado, y su sepulcro permanece con nosotros hasta el día de hoy.’ Comparen este sermón con lo que predicó Pedro y es casi idéntico. Las palabras un poco distintas, pero lo básico está ahí.

Verso 37: “Pero aquel a Quien Dios levantó no vio corrupción. Por tanto, sea conocido a ustedes, hombres y hermanos… [Ahora viene el martillo]: que a través de este hombre la remisión de los pecados es predicada a ustedes. Y en Él todo el que cree es justificado de todas las cosas, de las cuales no podrían ser justificados por la ley de Moisés.” (versos 37-39). Él sostuvo la Ley de Moisés hasta el final.

Hermanos, para los judíos en la sinagoga, esa era una declaración devastadora. En los ojos de los judíos no había persona más grandiosa que Moisés, hasta que llegó Jesús. Aun así, ¿Cuántos siguen a Jesús? Imagínese si usted le creía Moisés y no le creía a Jesús, y alguien venía y decía que usted podía ser justificado de sus pecados, por lo cual no podía ser justificado por la Ley de Moisés. Para muchos judíos, esto era un repudio de la Ley de Moisés, aunque no era el caso.

Verso 40: “Cuídense, por tanto, no sea que eso que es hablado en los Profetas venga sobre ustedes.” Ahora él da una advertencia. No solamente les pega en la cabeza y les dice que la Ley de Moisés no los va a salvar, ahora les dice ‘más vale que pongan atención, o van a recibir la maldición de los profetas sobre sus cuellos.’

Verso 41: “‘He aquí, ustedes despreciadores, y asómbrense y mueran; porque Yo hago una obra en sus días, una obra que en ninguna forma creerán, incluso si uno se las declara.’ Y cuando los judíos se habían ido de la sinagoga, los gentiles le rogaron que estas palabras les pudieran ser habladas en el próximo Sábado. Después que la sinagoga había sido despedida, muchos de los judíos y los prosélitos que adoraban allí siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes, hablándoles, los persuadieron de continuar en la gracia de Dios.” (versos 41-43). Aquí es donde empieza la batalla y esto prepara el escenario para lo que sucedió en casi cada ciudad a la que fue el apóstol Pablo. Igual que las palabras de Jesús:

Verso 44: “Y en el Sábado venidero…” Ya conocen todo el argumento de esto. ¿Qué prueba este punto acerca de la pregunta del Sábado/domingo y de predicar el Evangelio? Pablo nunca les enseñó a guardar el domingo, ni siquiera a los gentiles, porque era el siguiente Sábado.

“…casi la ciudad entera estaba reunida para escuchar la Palabra de Dios. Pero cuando ellos vieron la multitud, los judíos se llenaron de envidia; y hablaron contra las cosas proclamadas por Pablo, y estuvieron contradiciendo y blasfemando” (versos 44-45).

Eso se escucha un poco como las mismas cosas que hacen los judíos ahora, ¿cierto? A cualquiera que se opone a ellos, le mencionan los registros de la segunda guerra mundial. Yo cuestiono la validez de esos registros unos cuarenta años después, porque son solamente copias. Saben lo que pueden hacer con máquinas de copiar, puede hacer copias de cosas que no existen realmente y hacerlo parecer que es una copia confiable. El punto que quiero hacer, es mostrar el poder político y religioso que los judíos usaron en contra de Pablo. Vamos a ver que ellos usaron los gobiernos para poner presión sobre los cristianos más de una vez.

Verso 46: “Pero Pablo y Barnabás hablaron valientemente, diciendo, ‘Era necesario que la Palabra de Dios fuera hablada a ustedes primero; pero ya que la rechazan y no se juzgan ustedes mismos dignos de vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.” ¡Increíble! ¡Qué declaración tan fuerte! No sé qué tipo de discusión había ese Sábado, pero no fue un Sábado en paz y alegre. Esta iglesia era conflictiva, opuesto a lo que queremos: una iglesia no conflictiva.

Verso 47: “Porque así el Señor nos ha ordenado: ‘Yo te he puesto como una luz de los gentiles, que debes ser para salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.’” Y cuando los gentiles escucharon esto, se regocijaron; y glorificaron la Palabra del Señor y creyeron, tantos como fueron designados para vida eterna. Y la Palabra del Señor fue llevada a través del país entero.” (versos 47-49). Esa sola declaración dice muchísimo¡Toda la región! Esto era como un nido de avispón. Había enjambres (haciendo una comparación) de una reina a otra reina, estableciendo nuevos hervideros de actividad.

Verso 50: Pero los judíos incitaron a las mujeres devotas y honorables, y a los hombres principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Barnabás, y los expulsaron de sus fronteras. Ellos vinieron, los tomaron y los echaron de la ciudad indecorosamente.

¿Le gustaría empezar a ir a una iglesia que empezó sobre este tipo de fundamento? Tal vez sin saber nada al respecto, podría soportarlo, pero yo ahora no tendría el estómago para soportarlo. Al repasar esto, no pude evitar pensar: Vaya, qué cierto es lo que dijo Jesús y sigue siendo cierto. Esto es lo que dijo Jesús acerca de lo que pasaría cuando Él fuera predicado:

Mateo 10:34: “No piensen que he venido a traer paz sobre la tierra; no vine a traer paz, sino espada.” [Eso es exactamente lo que sucedió entonces]…Porque he venido a colocar a un hombre en desacuerdo contra su padre, y a una hija contra su madre, y a una nuera contra su suegra. Y los enemigos de un hombre serán aquellos de su propia familia” (versos 34-36).

Esto es lo que sucedía dondequiera que iba el apóstol Pablo. Me imagino que para cuando el apóstol Pablo iba a morir, él estaba literalmente desgastado y había pasado por cada emoción posible para servir a Dios, para servir a la Iglesia, para levantar las congregaciones y para tratar de mantenerlas en orden. Quiero que realmente sientan lo que estaba pasando.

Entonces, los echaron de la ciudad, Hechos 13:51: “Y después de sacudir el polvo de sus pies en su contra, ellos vinieron a Iconio. Entonces los discípulos fueron llenos con gozo y con el Espíritu Santo.” (versos 51-52). Algo extra especial estaba sucediendo al recibir el Espíritu Santo para darles valor de resistir.

Hechos 14:1: “Sucedió en Iconio que entraron juntamente en la sinagoga de los judíos y hablaron tan poderosamente que un gran número de judíos y griegos creyeron. Pero los judíos incrédulos incitaron a los gentiles y envenenaron sus mentes contra los hermanos. Por esta razón, ellos se quedaron mucho tiempo, hablando valientemente en el Señor, Quien dio testimonio al mensaje de Su gracia, concediendo que señales y maravillas fueran hechas por medio de sus manos.” (versos 1-3). ¿Cuánto tiempo se quedaron en Iconio? ¡No lo sé! Pero, dice que un largo periodo de tiempo. Podrían ser seis meses; más de un año; menos de un año. ¡No lo sé!

Verso 4: “Pero la multitud de la ciudad estaba dividida; y algunos estaban con los judíos, y algunos estaban con los apóstoles. Y cuando un asalto estaba a punto de ser hecho por los gentiles y los judíos con sus gobernantes para insultarlos y apedrearlos” (versos 4-5). Una posición bastante precaria. Listo para ser apedreado y echado de la ciudad. Con razón Dios no le dijo a Pablo lo que iba a suceder. Él solamente dijo que les iba a predicar a los gentiles y a los hijos de Israel y que iba a ‘sufrir muchas cosas por Mi [Cristo].’ ¡Y lo hizo!

Verso 6: “Ellos se enteraron; así que huyeron a Liconia, a las ciudades de Listra y Derbe y a la región circundante. Y ahí ellos predicaron el evangelio… [Algo impresionante sucediendo]… Ahora, en Listra, estaba sentado un cierto hombre quien nunca había caminado; él era impotente en los pies, habiendo estado tullido desde el vientre de su madre. Este hombre oyó a Pablo hablando; quien, después de mirarlo atentamente, y viendo que él tenía fe para ser sanado, Dijo con fuerte voz, ‘Párate derecho sobre tus pies.’ Y él dio un brinco y caminó.” (versos 6-10). Estas personas no estaban saturadas con la radio, la televisión y con todas las cosas que tenemos ahora.

Verso 11: “Y cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, alzaron sus voces en Liconiano, diciendo, “Los dioses se han vuelto como hombres y han descendido a nosotros.’” Se pueden imaginar lo emocionados que estaban, qué emoción habrían tenido. Se puede imaginar, si usted fuera griego y creyera en todos estos dioses y de repente creyera que los dioses habían descendido para visitarlo personalmente.

Verso 12: “Y a Barnabás ellos llamaron Zeus; y a Pablo Hermes, porque él era el orador principal… [Ya los habían nombrado]… Entonces el sacerdote de Zeus, quien oficiaba delante de la ciudad… [Al entrar a la ciudad]… de ellos, trajo bueyes y guirnaldas a las puertas, deseando sacrificar con las multitudes. Pero cuando los apóstoles, Barnabás y Pablo, oyeron esto, rasgaron sus propios vestidos en incredulidad, y se apresuraron hacia la multitud, gritando y diciendo, ‘Hombres, ¿por qué están haciendo estas cosas? Nosotros también somos hombres, con la misma naturaleza como ustedes, y hemos estado predicando el evangelio a ustedes, de modo que ustedes se volverán de estas vanidades…’” (versos 12-15). Muy diferente de lo que hacen los católicos. Ellos correrían y dirían, ‘Cambiemos estas cosas un poco, de paganas a cristianas. Tengamos una fiesta.’ Ellos no hicieron eso.

Pablo dijo que se volvieran de estas vanidades “… ‘al Dios viviente, Quien hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todas las cosas en ellos; Quien en las generaciones pasadas permitió a todas las personar ir en sus propios caminos… [Él estaba predicando realmente]…aunque, en verdad, Él no se dejó a Sí mismo sin testimonio, en hacer bien a nosotros desde el cielo al dar lluvia y temporadas fructíferas, llenando nuestros corazones con comida y alegría.’ E incluso diciendo estas cosas, ellos difícilmente pudieron impedir que las multitudes sacrificaran a ellos. Entonces judíos de Antioquía e Iconio vinieron allí; y después de persuadir a las multitudes…” (versos 15-19).

Quiero que entiendan lo desleales que eran estas personas, porque eran persuadidas fácilmente por cosas circunstanciales y eran muy emocionales. El hombre fue sanado, todos corrieron y dijeron, ‘Los dioses son maravillosos, los dioses están con nosotros; este es un día glorioso.’ Pablo casi no podía hacer nada para meterse ahí y detenerlos. Vinieron los judíos, hablaron y noten lo que sucedió: “…apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, suponiendo que estaba muerto.” (verso 19). Se fue desde la altura de la aceptación, al rechazo total y la desesperación de ser apedreado.

Usted sabe lo mal que se siente si ha tenido que lidiar con una persona y ha hecho todo lo que puede para ayudarlo, pero es rechazado. Ellos lo rechazaron por completo y lo echaron de su presencia. ¡Imagínense cómo se sintió el apóstol Pablo! No solamente le pasó eso, sino que fue apedreado, ¡arrastrado fuera de la ciudad y dejado por muerto!

Verso 20: “Pero mientras los discípulos estaban parados a su alrededor, él se levantó; y entró en la ciudad con ellos…” Dios tuvo que estar con él para hacer eso, para levantarlo. Puede que no consideren esto necesario para el trasfondo de la llegada a Corinto, pero quiero que entiendan de donde viene el apóstol Pablo cuando llega a Corinto. Entonces vamos a entender por qué el libro de I y II de Corintios fue escrito de la manera en que se hizo.

“…Y al día siguiente, él partió con Barnabás a Derbe. Y después de predicar el evangelio a esa ciudad, y hacer muchos discípulos, volvieron a Listra y a Iconio y a Antioquía, Donde establecieron las almas de los discípulos, exhortándolos a continuar en la fe, y declarando que nosotros debemos, a través de mucha tribulación, entrar en el reino de Dios.” (versos 20-22).

Después de leer eso y todo lo que sucedió, no lo hace parecer tan satisfactorio para nosotros cuando decimos que será a través de mucha tribulación que entraremos en el reino de Dios. Mientras estudiaba, repasaba y preparaba esto, pensaba en las cosas por las que hemos pasado y aunque ha sido bastante tribulación, no es nada comparado con lo que tuvo que pasar el apóstol Pablo. Y ¡él podía predicar eso con convicción!

Yo nunca he sido apedreado. Si me duele el pie cuando le pego con la orilla de la mesa, me pregunto cómo se sentía ser apedreado y dejado a morir. ¡Lleno de moretones! Él debió haber sido un tipo fuerte. Él no era como nosotros, porque no podríamos soportar eso. Una piedra y ya estaríamos fuera de ahí.

Verso 23: “Y cuando habían escogido para sí mismos ancianos en cada iglesia, y habían orado con ayuno, los encomendaron al Señor, en Quien habían creído. Y pasaron por Pisidia y vinieron a Panfilia. Y cuando habían hablado la Palabra en Perga, descendieron a Atalía; Y de ahí navegaron a Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. Y cuando llegaron, reunieron a la iglesia y declararon todo lo que Dios había hecho con ellos, y cómo Él había abierto una puerta de fe a los gentiles. Y se quedaron ahí con los discípulos por mucho tiempo.” (versos 23-28). No nos dice exactamente cuánto tiempo. Me gustaría saber qué significa la frase ‘mucho tiempo.’

Hechos 15—tuvieron una discusión acerca de la circuncisión y de qué partes de la ley de los gentiles debían retener. El apóstol Santiago dio la sentencia y esto es lo que se supone que es la gran conferencia y confrontación ministerial. Pablo y Bernabé tomaron la carta de los apóstoles y volvieron a predicarles a las personas con las que habían estado antes. Hechos 15:41: “Y el pasó por Siria y Cilicia, estableciendo a las iglesias.”

Hechos 16:1: “Luego llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había un cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una cierta mujer judía quien creía, pero su padre era un griego. Él fue recomendado a Pablo por los hermanos en Listra e Iconio, Y Pablo deseaba llevarlo con él; pero por causa de los judíos en aquellos lugares, lo tomó y lo circuncidó, porque todos sabían que su padre era un griego.” (versos 1-3).

Aunque ellos tenían la documentación diciendo que no era necesario ser circuncidado, Pablo lo había circuncidado por el problema de que era mitad judío, mitad griego y estaba predicando. Todas las iglesias fueron establecidas. Hechos 17 habla de cuando Pablo fue a Corinto y veremos en qué condición tenían la Iglesia.

 

Escrituras citadas:

1)          Hechos 8:4

2)          Hechos 11:19-26

3)          Hechos 13:2-6, 9-50

4)          Mateo 10:34-36

5)          Hechos 13:51-52

6)          Hechos 14:1-28

7)          Hechos 15:41

8)          Hechos 16:1-3

Escrituras mencionadas, no citadas: Hechos 10; 12:25; 2

También mencionados:

·            Serie de Sermones: Evangelio de Juan (específicamente, El Mundo Ha Ido Tras Él)

·            Libro: Josefo